‘ReEugenio’, o cómo reinterpretar al humorista inimitable


“Saben aquel  que diu que un tío va y le dice a otro: ‘Oiga, ¿usted cómo es que no habla nunca?’ Y el otro va y le contesta: ‘Es que soy mudo”. Y así, hasta el infinito. Así, hasta el delirio. Eugenio era capaz de ir contando un chiste, detrás de otro chiste, detrás de otro chiste, en medio del entusiasmo del público, con una parsimonia inimitable. Inimitable, sí. Porque el ‘ReEugenio’ (y antes, ‘Reugenio’), o sea, el espectáculo que Gerard Jofra Alcaide (gerard@sabenaquelquediu.com), su hijo mayor, llevará mañana, jueves, a las 20:30 horas, una vez más al escenario de teatro Capitol, y que durante ocho años (más de mil cuatrocientas actuaciones) ha paseado a lo largo y a lo ancho de la geografía catalana, no es una imitación. Ni siquiera, un homenaje. “Es un tributo. Una forma de contribuir al desarrollo de su obra. Y es, también, muy especialmente, un reconocimiento al papel que desempeñó mi madre, Conchita Alcaide. Ella era, realmente, la artista y fue quien lo introdujo en el espectáculo”, explica Gerard.  Y es que antes de que él arrasara como humorista, Conchita y Eugenio formaron un dúo musical, denominado ‘Els Dos’.

“Saben aquel que diu que se encuentran dos mujeres y una le dice a la otra: ‘A mi hijo le hemos puesto gafas’ y la otra contesta: ¡¡Qué nombre más feo!” Por cierto, el actor que interpreta a Eugenio en esta ‘producción-recreación’, con historias (más que chistes, como le gustaba decir al propio cómico barcelonés) del quizá el humorista barcelonés más famoso de todos los tiempos, permanece en el anonimato. De hecho, Gerard, que con catorce años ya era el ‘secretario’ del artista en sus giras de verano, según explica, es el ideólogo absoluto y el responsable máximo de este montaje, elaborado, asimismo, a partir de los recuerdos y del material escrito que conserva de su padre. Por otra parte, también acaba de terminar, además, un documental largo, que se estrenará comercialmente después del verano. Y pronto saldrá un libro de su autoría. Todo ello, sobre la figura de su progenitor. Gerard, que tiene la misma voz de Eugenio y las mimas poses (le falta, evidentemente, la barba) está convencido de su padre es, realmente, el gran desconocido (lo es como personaje, no como persona) de una época dorada del humor autóctono y, también, su indiscutible protagonista.

“Se encuentran dos amigos y uno le diu al otro: ‘¿Tú sabes cómo se llaman los habitantes de San Sebastián?’ Y el otro diu: ‘¡Todos, no!” Son muchos los chistes de Eugenio que el cronista atesora, ahora mismo, en la memoria. En definitiva, una manera de entender la existencia humana. Para él, y así se lo hace constatar a su hijo, como apunte final, Eugenio era, por encima de todo, un filósofo de la vida. “Así es, era un tipo divertido, se dejó llevar por la vida y ésta la convirtió en lo que fue”. Arriba el telón. Abajo el telón, que volverá a subir otras muchas, muchísimas veces.



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